James M., un joven inglés de 29 años de edad y que trabaja por temporada en la isla, sufrió graves lesiones al caer por un balcón en Sant Antoni, accidente que suele repetirse cada verano entre los turistas y que tiene consecuencias fatales para muchos de ellos. El propio afectado llegó a reconocer que había ingerido éxtasis poco antes de que ocurriera todo.
El inglés siniestrado ayer se precipitó sobre las siete de la mañana desde el balcón de un segundo piso de los apartamentos Central City, ubicados en la zona de ses Variades, hasta caer en la terraza de la planta inferior, según informaron fuentes sanitarias. Fue una caída al vacío de casi cuatro metros que estuvo a punto de costarle la vida sin que se conozca con exactitud qué es lo que intentaba en el balcón cuando ocurrió el accidente.
La víctima, que el año pasado llegó a trabajar en Sant Antoni como guía turístico, consciente y colaborador, fue atendido y evacuado por una UCI del Centro Galeno con un primer cuadro clínico que denotaba sólo un golpe en la cabeza y contusiones en sus miembros sin que le impidieran mover sus miembros.
El paciente llegó a Can Misses y tras ello fue derivado a la Policlínica de Nuestra Señora del Rosario, centro donde tras una exhaustiva exploración se le apreció aparte de un traumatismo craneoencefálico, sin lesión neurológica, tres fracturas de vértebras lumbares que obligaron a su inmovilización para evitar males mayores. Fuentes de este hospital aseguraron que James M., quien entró consciente en Urgencias de Can Misses, pudo llegar por la propia caída a padecer lesiones que le hubieran originado una parálisis.