La Guardia Civil completó ayer la investigación iniciada después de que anteanoche se detuviera al colombiano F.L. y al joven ibicenco J.M.T.G., natural de Santa Eulària, tras la fallida operación de compraventa de drogas en Sant Carles en la que el primero resultó acuchillado. De las gestiones emprendidas por la Benemérita se desprende que la hipótesis más pausible para explicar lo ocurrido esta en que los dos supuestos traficantes terminaron enzarzados en una pelea después de que, tras desconfiar mutuamente, el recelo se apoderara de ellos y todo concluyera en un intercambio de golpes.
Las pesquisas también trataron de aclarar de si hubo un tercer hombre, otro sudamericano, implicado en la operación éste huyó. Lo que sí se ha podido averiguar es que el colombiano F.L. llevaba muy poco tiempo en Eivissa. Residía desde un corto espacio de tiempo en un establecimiento hotelero de la misma Santa Eulària. Los tres trozos de cocaína en roca requisados tras la intervención de la Policía Local de Santa Eulària y de la Guardia Civil en la rotonda de Sant Carles cuando en un principio se pensaba que había una persona herida a consecuencia de un reyerta por una discusión de tráfico, han arrojado finalmente un peso de 300 gramos.
La pelea se inició junto al pozo donde los traficantes pesaban la cocaína con una balanza de precisión, según se ha podido confirmar. Algo debió salir mal cuando cerraban el trato y el dinero (en billetes en una cifra comprendida entre los 1.000 y los 2.000 euros) y la droga ya estaban dispuestos y exhibidos sobre la improvisada «tarima». Ello -según se supone- no evitó la desconfianza entre ambos y el colombiano presuntamente atacó al joven ibicenco con una piedra. Este supuestamente, a su vez, hizo lo mismo con un cuchillo que posteriormente arrojó sobre la maleza y que aún no se ha podido hallar. El colombiano fue atendido en el hospital y tras recibir el alta quedó a disposición del instituto armado.