La Guardia Civil acaba de poner en marcha, un verano más, su plan especial para la prevención de incendios forestales, un operativo que permanecerá activo hasta finales del próximo mes de septiembre. Según señala la Benemérita, el objetivo principal de este plan, por lo que se refiere a la intervención del instituto armado, se centra «en la prevención, que se ejercerá en zonas amenazadas, peligrosas o de especial valor ecológico, según las características y su problemática».
Para ello, la Guardia Civil contará a nivel nacional con «los medios materiales y humanos de las diferentes especialidades con las que cuenta la institución, como son las patrullas del Seprona, las patrullas rurales, unidades del servicio de montaña y de la agrupación de Tráfico y equipos de la Policía Judicial e Información». Asimismo, la Guardia Civil dispondrá además con el apoyo del Servicio Aéreo y de la Agrupación Rural de Seguridad.
De este modo, las patrullas de la Benemérita ejercerán un estricto control sobre los vehículos y personas (campistas y excursionistas) que se desplacen por las zonas de riesgo. También vigilarán los vertederos susceptibles de incineración y amplias áreas naturales desde puntos que dominen las mismas, al igual que las actividades industriales y socio económicas situadas cerca de masas forestales.