Un incendio registrado la noche del viernes al sábado en el poblado marginal de El Salobral, en el distrito madrileño de Villaverde, en el que murió un bebé de unos cuatro meses, destruyó completamente catorce chabolas y afectó a otras cuatro cercanas. Además del bebé, que murió carbonizado en el interior de una de las chabolas, también resultó herido un niño de dos años, con quemaduras en la cabeza y en los brazos, y dos adultos.
El fuego se inició poco después de la medianoche y, a la llegada de los bomberos, afectaba a una extensión de unos 600 metros cuadrados en los que había un grupo de catorce chabolas, y del que se desprendían grandes llamas. Los Bomberos tuvieron que dejar los vehículos a unos cien metros del incendio ya que el acceso al lugar del siniestro se encontraba ocupado por coches. Una mujer alertó a los Bomberos sobre la posibilidad de que hubiera un bebé en una de las chabolas, pero al entrar a rescatarlo comprobaron que ya había muerto.