Presencia policial estable para sa Penya tanto en verano como en invierno. Esta es la petición que ayer realizó la Asociación de Vecinos de este barrio, encabezada por su presidente David de Mena, a la directora insular, Marienna Sánchez Jáuregui, durante la reunión que mantuvieron en la Dirección Insular. Según De Mena, al ya conocido problema del tráfico de estupefacientes en el barrio se han unido ahora los robos y hurtos que sufren parte de sus residentes. «Hay robos y agresiones y suceden todos los días», dijo el presidente de la AA VV, quien añadió que la presencia policial es prácticamente nula en sus calles. «Hemos venido a pedir más presencia policial y la efectividad que proporcione dicha presencia -remarcó-, no que la policía llegue sólo cuando ha pasado algo».
Sánchez Jáuregui especificó que la problemática de sa Penya no se limita sólo a un problema policial, sino que atañe igualmente a aspectos urbanísticos y de asistencia social, «responsabilidad del Ayuntamiento de Eivissa». La directora insular reconoció «la concentración del tráfico de heroína» que sufre el barrio para añadir que, «al igual que el resto de las islas, padece un aumento de hurtos y robos lo que agrava más la situación».
Sánchez Jáuregui apuntó que consultará con los responsables del Cuerpo Nacional de Policía en Eivissa para «montar dispositivos que permitan una mayor presencia policial», lo que ofrecería una primera solución «a corto plazo, aunque no de hoy para mañana». La directora insular indicó que un mayor número de agentes controlando la zona tendrían un efecto «preventivo y disuasorio que permitiría facilitar las tareas policiales». «Todos los ciudadanos de las Pitiüses tienen el derecho a la tranquilidad y a la seguridad y es la obligación de las instituciones el proporcionar ambas», dijo.
Para Sánchez Jáuregui, la inseguridad ciudadana tiene un componente «subjetivo con el que se puede crear una alarma innecesaria» y abogó por la responsabilidad de los vecinos para hacerle frente. Asimismo, se comprometió a iniciar las gestiones para que se investiguen una serie de conexiones irregulares a las redes eléctrica y de agua existentes en el barrio. Por otra parte, la AA VV de sa Penya anunció la creación de un buzón para que los residentes puedan depositar en él sus denuncias y quejas para que sea esta organización la que haga de intermediaria entre el barrio y las autoridades. «Hay miedo a denunciar», resaltaron los representantes de la asociación al justificar la puesta en marcha de esta iniciativa.