La batalla entablada entre algunos vecinos de sa Penya y las instituciones por la polémica decisión de cerrar varias calles del barrio con verjas metálicas parece estar lejos de finalizar. Un grupo de vecinos de esta zona presentó ayer en el Ayuntamiento de Eivissa un nuevo pliego de firmas, en total 239, en el que insisten en que la medida «atenta contra la libre circulación y contra la Constitución». Christine, una portavoz del grupo, señaló que esta «denuncia» se llevó al Consistorio tras intentar sin éxito presentarla ante los Juzgados y en Comisaría.
El enojo de esta parte de los habitantes de sa Penya se pone de manifiesto al considerar dicha portavoz que las verjas constituyen, de hecho, «la creación de un gueto». «No entendemos cómo se puede encerrar a seres humanos como si se tratara de animales», añadió esta firmante del pliego. Ante la recogida de firmas a favor de las rejas realizada por otro grupo de vecinos, esta persona avanzó sus sospechas de que se trataba de «una maniobra de especulación urbanística y racismo contra los gitanos que viven en el barrio». Asimismo, reclamaron una entrevista con Cristina Ferrer, concejala de sa Penya, a la que, aseguró, «no la conocen por el barrio, por lo que no debería tomar decisiones que lo afecten».
Asimismo, Christine explicó que el pliego incluía a firmantes que no vivían en el barrio pero que consideraban que la medida no debía aplicarse. Desde el Ayuntamiento se señaló ayer que de las 239 firmas presentadas 65 no pueden ser aceptadas al no figurar su correspondiente DNI. Las rejas metálicas fueron instaladas en varias calles de sa Penya el pasado día 4 de octubre, pero éstas no permanecieron mucho tiempo en su lugar. Tras ser fijadas por la mañana, un grupo de vecinos se lanzó contra ellas, arrancándolas y arrojándolas al mar. La escasa presencia policial existente en aquel momento no pudo hacer mucho por impedirlo. Las verjas fueron reparadas y aún no ha sido fijada una fecha para que vuelvan a ser colocadas.