Testigos que tendrán que ser citados con extrema celeridad, atestados policiales perfectamente cumplimentados en tiempo récord y analíticas cuyo resultado se deberá conocer antes de las 24 horas. Todo ello se ha contemplado para los partidos judiciales donde en marzo deben empezar a realizarse los juicios rápidos, sitios, como Eivissa, donde se considera prioritario su pronta implantación por el tipo de delitos que soportan. A cinco meses de su anunciada puesta en marcha, sin embargo, Eivissa sigue sufriendo carencias que se van a agravar en todos los sectores afectados por la próxima aplicación de juicios rápidos, algo que ya ha generado un clima de preocupación por cómo se introduce la nueva normativa.
El propio juez decano, Juan Carlos Torres, es claro cuando afirma que «hoy por hoy es incompatible» el sistema de juicios rápidos con la infraestructura técnica y humana -incluido el desarrollo actual de las guardias- que tiene la isla. Los juicios rápidos no sólo obligarán a redoblar esfuerzos en los juzgados sino que también implicarán muy directamente una nueva carga de trabajo a las fuerzas policiales, centros hospitalarios a los que se soliciten informes preceptivos, abogados, peritos y técnicos que se vean involucrados en los casos.
Y todo esto sin que aparentemente exista una retribución económica que compense la sobrecarga, como ocurrirá en el caso de los jueces, fiscales (con presencia efectiva) y funcionarios en maratonianas guardias. A estas circunstancia se unen los 'vacíos' que puedan generarse en otros servicios que tengan que 'descuidarse». Así, por ejemplo, se tendrán que destinar agentes de policía para viajar a Mallorca para entregar y analizar estupefacientes en casos de drogas.
El propio CGPJ destaca al respecto que la realización de las guardias de 24 horas sólo deberían realizarse en poblaciones con más de diez juzgados de instrucción, con sede de la Audiencia Provincial y con la existencia de juzgados de lo Penal. Eivissa sólo cuenta con la última premisa. Los juicios rápidos, que ya han contado en la isla con algún 'ensayo', se aplicarán en los delitos menores (hurtos, robos, seguridad del tráfico, lesiones). Esta clase de delitos es típica de las zona turísticas que sufren oleadas de inseguridad por bandas organizadas y especializadas en este tipo de delincuencia.