Joan Miquel Perpinyá, el guardia civil de Palma que ha sido el primero de todo el Estado en declarar públicamente su homosexualidad, hace un relato de todas sus vivencias actuales y de los motivos que le han llevado a dar este paso, en una entrevista con Ultima Hora. Perpinyà se encontraba ayer en la sede de la revista 'Zero', en Madrid, la publicación en la que sale dando la cara y manifiesta que es gay.
-Por qué ha tomado ahora esta decisión?
-Como sabes, desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles, de
la que soy secretario regional en Balears, llevé el asunto del
agente que pedía vivir en la casa cuartel de Vilafranca. Al final
no me gustó el desenlace porque entendí que el mensaje que había
que dar no se daba. Por eso me he decidido a dar este paso en la
revista 'Zero'.
-¿Ha cobrado usted algún dinero por este
reportaje?
-Nada. Lo he hecho de manera
desinteresada. Desde la revista se pusieron en contacto conmigo, me
propusieron la entrevista y acepté porque estaba decidido a dar
este paso. Además, tengo que decir que el cambio que se produjo en
la Guardia Civil con la normativa para que puedan vivir parejas
homosexuales creo que ha sido un gran triunfo, del que yo he
participado y muchas otras personas, además de los medios de
comunicación.
-Hay compañeros suyos que dicen que este cambio ha hecho
más daño al Cuerpo que el caso de Roldán....
-A mí me han dicho compañeros que el Cuerpo ha ganado más en estos
últimos 20 días que en cien años. Pero soy consciente de que hay
gente en el Cuerpo, sobre todo mayor, que piense así. Yo los
considero hipócritas y fachas, porque todavía no han asumido lo que
dice la Constitución. Esta gente es la que, en realidad, está
haciendo daño al Cuerpo. Además, ellos son los que no aceptan el
cambio en la normativa que ha decretado la Dirección General, no
yo. Creo que eso está muy claro.-¿Cuántos años lleva usted
en el Cuerpo?
-Diez y siempre destinado en Mallorca. Los compañeros de mi
departamento siempre han sabido que soy homosexual y nunca he
tenido problemas.-Sabe usted que Mallorca es pequeña, ¿no
le preocupa que le reconozcan o lo que puedan decir de
usted?
-Mallorca tiene sus ventajas e inconvenientes. Es una Isla en la
que casi todos nos conocemos. Pero también es cierto que la gente
es de una mentalidad abierta. Yo seguiré haciendo mi trabajo y,
cuando lo hago, no tiene nada que ver que sea o no homosexual.