Dos gaviotas pusieron ayer en peligro el aterrizaje de un Boeing 767 de la compañía Britannia, con al menos cerca de 200 pasajeros pertenecientes a un vuelo chárter, cuando éste aterrizaba en el aeropuerto de Eivissa. Las dos aves se introdujeron en uno de los motores del aparato cuando éste precisamente tomaba tierra. Pese a todo, el avión entró en pista con normalidad y el piloto del Boeing no se vio obligado a requerir una emergencia, según la información recogida por este periódico.
Asimismo no hubo medidas extraordinarias en el aeropuerto después de que éste hubiera parado sus motores y el pasaje desembarcado como si no hubiera pasado absolutamente nada. Todo sucedió sobre las once y media de la mañana. Tras descubrirse lo ocurrido, la propia compañía Britannia anuló el regreso del aparato, tal y como estaba previsto. Dicho viaje se iba a llevar a cabo de vacío.
El motor donde entraron las dos gaviotas quedó pendiente de una revisión exhaustiva para que los técnicos pudieran conocer el alcance de los daños que se hubieran podido ocasionar con el percance.