La juez ha absuelto adel delito de conducción temeraria con resultado de muerte a un joven que estaba acusado de efectuar una carrera con resultado mortal. Se trata del caso de la presunta carrera que emprendieron con sus turismos dos jóvenes en la carretera de Sant Antoni en abril de 2001 y que acabó con un espectacular accidente de uno de los coches que concluyó con la muerte de Antonio Escandell Ferrer, de 21 años. La magistrada Clara Ramírez de Arellano, del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, dictó esta sentencia el pasado día 10, por lo que la acusación particular tiene de plazo hasta el próximo día 21 para presentar alegaciones.
Los abogados de la acusación, la familia del fallecido, basaban su argumentación en el testimonio del acompañante de Antonio Escandell, que dijo en la vista oral que el Peugeot 106 en el que viajaba el acusado les adelantó a una velocidad de unos 120 kilómetros por hora y se situó bruscamente delante de su Ford Scort. Esta circunstancia, según este testimonio, obligó a Escandell a frenar de golpe, supuesto motivo por el que el Ford Scort se salió de la carretera por el costado izquierdo y acabó volcando y chocando.
La teoría de la carrera expuesta por este testigo se apoya en otros testimonios de varias personas que aseguraron que los dos pilotos se enfrentaron y, picados, emprendieron su rally particular por esta carretera. Pero la juez, una vez escuchadas las partes y estudiados los informes de Tráfico, ha considerado que no es un hecho factible adelantar a 120 kilómetros por hora y situarse bruscamente justo delante del vehículo adelantado. Resulta difícil de creer que a esa velocidad pueda el vehículo Peugeot 106 tras efectuar el adelantamiento introducirse bruscamente en el carril y cerrar el paso al otro vehículo sin perder el control del vehículo o sin dejar huellas de frenada o derrape». Con este razonamiento la juez invalida la acusación del copiloto de muerto. La acusación particular pedía un año de cárcel y retirada del carnet durante dos años.