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Una decena de estafadores de Alemania eligieron Eivissa para pasar desapercibidos

La mayor parte de los alemanes detenidos por la policía en Eivissa son defraudadores que huyeron de la justicia de su país

Kim Schmitz, que se hizo millonario con el boom de internet, pasaba sus vacaciones en las Pitiüses.

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La mayor parte de las investigaciones que la policía alemana emprende en Eivissa están relacionadas con delitos económicos cometidos por alemanes en su país. En muchos casos, se trata de prófugos de la justicia que han elegido la isla como refugio para su impunidad. En los últimos años, las policías española y alemana han detenido en la isla a diez ciudadanos gemanos que habían cometido graves estafasu otros delitos. Uno de los casos más conocidos es el de Jurgen Ganger, natural de la localidad de Ulm y de 55 años, un alemán que se hallaba reclamado en su país por haberse apoderado más de 600.000 euros en su país en un presunto desfalco que sufrió una empresa de construcción para la que actuaba como agente de un proyecto. Ganger huyó con el botín sin dejar rastro hasta que fue hallado en Eivissa en agosto de 1999.

Pero sin duda la detención más sonada fue la del magnate de internet Kim Schmitz. Este flamante millonario alemán enriquecido con el boom de internet pasaba una buena parte de sus vacaciones en Eivissa. Fue detendio bajo la acusación, de las autoridades alemanas, de cometer once presuntos delitos de tráfico de información privilegiada. Schmitz ya contaba con una condena por pirateo informático.

El millonario, además, fue noticia en Alemania por ofrecer diez millones de dólares como recompensa por información válida sobre el paradero del terrorista Osama bin Laden.

El alemán fue considerado en su día un auténtico gurú de una nueva economía que se iba a basar en el poder de las nuevas tecnologías de comunicación, una fulgurante carrera que se desomoronó de golpe. La policía española detuvo, también en agosto de 1999, a un alemán que puede servir de paradigma del delincuente fugado que elige la isla para tratar de pasar desaoercibido y vivir en paz. Se trata de P.B., un alemán reclamado en su país por los delitos violación a la hora de mantener la contabilidad de una empresa, quiebra, retención de salario, estafa y fundación ilícita de una sociedad de responsabilidad limitada. Por estos hechos, fue condenado a una pena cuatro años de cárcel. El prófugo fue descubierto en la isla un año antes de su detención. La policía esperó a que un juzgado de Tubingen resolviera la condena que le fue impuesta al sospechoso.

Pero no sólo los alemanes detenidos en Eivissa son defraudadores. También hay narcotraficantes. El presunto narcotraficante internacional Bringfried M. fue descubierto cuando intentaba confundirse entre la multitud turistas que en la noche del pasado domingo entraban salían de Eivissa.

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