J.M.A. /J.J.M.
Contratar los servicios de una empresa de seguridad privada
comienza a ser un asunto difícil en Eivissa, más aún cuando la
demanda ha crecido a raíz de los últimos robos violentos ocurridos
en casas de campo. Así lo reconoció Antonio Legaz, gerente de GPS,
una de las principales firmas en el sector de la vigilancia. Legaz,
al respecto, señaló que el aumento de robos ha dejado 'en cuadro'
la oferta que hasta ahora tenían las empresas de este sector.
«Nosotros no estamos planteando la necesidad de recabar más
guardias contratándolos directamente de la Península», explicó a
este periódico.
«En la isla hay un número limitado de vigilantes. Nuestro trabajo requiere especialización y preparación y para eso hay que hacer unos cursos. No se pueden enontrar vigilantes de la noche a la mañana de dónde no hay», comentó un trabajador de otra firma de seguridad.
La demanda en servicios cualificados de vigilancia privada está coincidiendo con las contrataciones de guardaespaldas por parte de empresarios que han sido víctimas de asaltos, como ha sido el caso de los dueños de 'Privilege' y 'El Divino', y de otros que también se sienten de algún modo víctimas potenciales. Las empresas de seguridad privada también suelen contar en sus plantillas con guardias titulados para llevar a cabo misiones de escolta, similares a las que pueden realizar los denominados guardaespaldas, que no forman parte en sí de este gremio. Los dueños de 'Privilege' y 'El Divino' reconocieron a este periódico que tras los asaltos sufridos en sus casas ahora éstas cuentan con vigilancia y ellos también se hacen acompañar por 'personal de seguridad'.