La Policía Local de Sant Antoni completaba ayer un informe por la sustracción de todas las puertas de aluminio de los contadores de luz ubicados en la carretera vieja de Sant Mateu en el tramo comprendido entre Puig d'en Valls y el hipódromo de Sant Rafel.
El suceso fue descubierto ayer por la mañana y se atribuye, en un principio, a un simple hecho vandálico sin más consecuencias. Se calcula que, en total, fueron arrancadas nueve puertas.
La propia compañía Gesa ordenó ayer a sus operarios que supervisaran las instalaciones de la zona para adelantarse a cualquier tipo de peligro que hubiera podido generar lo ocurrido, hecho que incluyó la supervisión no sólo de los contadores sino también de los transformadores. «Hubiera habido verdadero peligro si alguien se le ocurre manipular las instalaciones, algo que no tuvo lugar», explicó un portavoz de Gesa.
Las casetas, sin embargo, son particulares y serán los propietarios los que deberán reponerlas, según informaron fuentes de Gesa. Estas mismas fuentes apuntaron la hipótesis de que todo debía de haber sido obra de gamberros, visto el poco valor de las puertas sustraídas.