El joven de 35 años que fue detenido por la Guardia Civil tras investigarse esta semana el incendio de dos camiones de la empresa Tasmar en Can Bufí ingresó a primera hora de la tarde de ayer en prisión después de que agentes del instituto armado pusieran al sospechoso a disposición del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Eivissa, esta semana de guardia.
El sospecho, que supuestamente actuó por venganza tras su fulminante despido, confesó todo, algo que no había hecho hasta ahora.
Ello permitió la celebración de un juicio rápido y llegar a una sentencia de conformidad en la que el acusado aceptó una pena de dos años de prisión por los daños causados, valorados en 40.000 euros. Una furgoneta que había aparcada junto a estos vehículos también se vio afectada por las llamas.
Según la información recogida por este periódico, el detenido contaba ya con otra pena de un año de prisión, condena que se le impuso por el proceso que se abrió después de que en septiembre fuera también detenido por la Guardia Civil por presuntamente robar una furgoneta de Tasmar y estrellarla, hecho al que sumó el robo de un camión, también de esta empresa para la que trabajó. Este vehículo apareció volcado en un torrente.