El abogado de la familia de una trabajadora que murió de forma terrible a consecuencia de un accidente laboral en un restaurante chino de Sant Antoni ha solicitado una año de cárcel para la empresaria para quien trabajaba la difunta y una indemnización de 300.000 euros para el marido y los cuatro hijos de la víctima.
El juicio quedó visto para sentencia ayer a mediodía, después de que los representantes de las partes presentaran sus versiones de los hechos. En este caso, el Ministerio Fiscal se ha abstenido de presentar acusación ya que, al parecer, considera que no se puede achacar a la empleadora ninguna responsabilidad por negligencia. Este accidente mortal ocurrió el pasado 28 de octubre de 2001 a las 7,05 horas de la mañana. La víctima, una mujer de 55 años de nacionalidad española y origen filipino que se encargaba de tareas de limpieza, murió con la cabeza aplastada. Estaba dentro de un montacargas y, justo antes de que éste se pudiera en marcha, sacó la cabeza por una ventana. La muerte fue inmediata a consecuencia de un derrame cerebral general.
Según la acusación, en este caso media un informe técnico de la Consellería de Treball que dice que faltaba medidas de seguridad en el montacargas. Por su parte, la defensa de la empresaria arguye que el contrato de la trabajadora fallecida, fija discontinua desde hace muchos años, finalizaba justo un día antes de que se produjera el accidente.