La oficina en Eivissa de la Unión de Consumidores Españoles (UCE) ha recibido en las últimas semanas numerosas denuncias sobre fraudes telefónicos. Según explicó ayer el representante de la UCE en las Pitiüses, Carlos Salinas, muchos clientes de Telefónica han recibido facturas de teléfono correspondientes a grandes sumas en las que se incluyen llamadas que nunca realizaron.
Desde la UCE se sospecha que se trata del ya viejo truco de intervenir algunos de los cajetines que Telefónica tiene instalados en lugares rurales de la isla.
«Se trata de un fraude muy sencillo de realizar», explicó ayer Salinas. Abrir los cajetines es una operación simple. Una vez abiertos, sólo queda conectar los cables de un teléfono similar a los que utilizan los empleados de Telefónica y ya está todo listo para realizar cualquier tipo de llamada que se cargará al número que se haya pinchado al azar.
«El teléfono se conecta con dos pequeñas pinzas metálicas o, si no, en caso contrario, se pueden soldar los cables o simplemente engancharlos», apuntó el representante de los consumidores españoles en Eivissa y Formentera.
Este tipo de estafa se ha registrado en líneas telefónicas instaladas en todo tipo de viviendas, pero según Salinas, «son más comunes en chalets de urbanizaciones ubicadas en áreas rurales de la isla que en los pisos de los núcleos urbanos».Además, el fraude es aún mayor en los casos de personas, que habitualmente suelen ser extranjeros, que no viven en sus chalets ibicencos durante la mayor parte del año. Los propietarios de estos inmuebles se llevan una desagradable sorpresa cuando el banco les pasa el recibo del teléfono y comprueban que la factura asciende hasta los 500 euros y, sin embargo, nadie ha habitado la casa en el periodo facturado.
Salinas explicó ayer que este tipo de fraude se está denunciando en Eivissa «desde hace varios años», pero aseguró que en los últimos meses estas quejas están aumentando sensiblemente.