Veinte casos de drogas ha señalado la Audiencia Provincial en la nueva visita a Eivissa que ha programado la sección Primera para mediados de enero. Un dato destacado es que en quince de los veinte casos los protagonistas son sólo extranjeros, repartidos entre turistas británicos e italianos y personas de origen subsahariano o magrebí. Sin embargo, por los casos más destacados de tráfico tendrán que responder sospechosos de nacionalidad española. Las penas pedidas para los acusados oscilan generalmente entre los seis y los nueve años de prisión. El tribunal, como ya se informó, también tiene previsto ver otros dos casos referidos a tentativas de asesinato y otro de lesiones con deformidad. Por los dos primeros responderán un vecino magrebí de ses Figueretes que se enfrenta a 14 años por apuñalar diez veces a su pareja y un comerciante de Eivissa que se juega 8 años por propinar una puñalada en el pecho a un hombre en un asunto en el que, al parecer, se mezclaron negocios y los asuntos sentimentales.
Por las drogas tendrán que sentarse en el banquillo sobre todos personas que fueron detenidas traficando a pequeña escala en Sant Antoni y otras que se vieron sorprendidas por la Guardia Civil en las entradas de la isla. Entre estos últimos casos destaca la detención de una joven mallorquina de 28 años, vinculada a las discotecas de la isla, que fue interceptada por la Guardia Civil al desembarcar de Barcelona el pasado mes de abril. Entre sus efectos se encontraron 800 gramos de cocaína. La mujer se responsabilizó de la droga y exculpó a su compañero. El alijo fue valorado en 46.000 euros. Otra pareja vivió una experiencia similar en el aeropuerto tras llegar de Madrid. La droga era de menor cuantía: 83 éxtasis, 67 gramos de hachís y ocho de cocaína, estupefacientes cuyo valor se estima en 1.625 euros. La Audiencia, a su vez, también ha citado a otra pareja en la que el principal acusado fue investigado por la Guardia Civil por robos que estaban ocurriendo en Sant Antoni y que fue detenido como presunto de suministrador de drogas a pandillas de menores.