«Vi volar a dos o tres chicas. El coche que las atropelló iba muy rápido». Así relató ayer una conductora el accidente que vio en la madrugada del pasado 10 de enero de 2001 y por el que tiene que responder un hombre que ha sido procesado tras arrollar a cinco mujeres cuando iba bebido y sin seguro. El fiscal y la acusación particular piden no sólo el arresto del acusado durante 10 fines de semana sino también la privación del derecho a conducir durante un año. La abogada de una de las perjudicadas reclama una indemnización de más de 32.000 euros por las heridas y secuelas que sufrió ésta en una rodilla. Las otras dos perjudicadas ya han cobrado sus respectivas indemnizaciones.
Manuel F.G. debía de haberse sentado ayer en el banquillo. No lo hizo. Se disculpó con una carta en la que argumentaba problemas económicos para desplazarse a Eivissa. El 10 de marzo de 2001, sin embargo, el acusado trabajaba en un hotel del término municipal de Santa Eulària. Sobre las tres de la madrugada se estrelló contra la máquina que permite subir la barrera en la entrada del puerto de Eivissa tras impactar contra tres peatones que caminaban con otras dos mujeres por la acera. «Gracias a que estaba la barrera no nos empotró contra la caseta», explicó ayer una de las afectadas que compareció a un juicio que se celebró sin la presencia del acusado. Éste, durante la causa, ha manifestado que el accidente sobrevino al írsele de repente el coche