La Delegación del Gobierno, el Ejecutivo balear y la Jefatura Provincial de Tráfico evaluaron ayer la posibilidad de incrementar los controles en las carreteras para evitar que sigan aumentando los accidentes mortales, que en lo que va de año se han cobrado veintidós vidas en el archipiélago, cuatro en Eivissa.
En declaraciones previas a una reunión con el conseller de Interior, José María Rodríguez, el jefe provincial de Tráfico, Francisco Ruiz, y responsables de Seguridad Vial y de la Guardia Civil, el delegado del Gobierno, Miquel Ramis, dijo que las muertes registradas en las carreteras de Balears hasta el 9 de febrero han aumentado un 46 por ciento respecto al mismo período de 2003.
Según indicó, la entrevista tiene el propósito de establecer medidas de aplicación inmediata que reviertan en la disminución de la siniestralidad, entre las que planteó la posibilidad de avanzar unos meses la llegada del helicóptero que la Dirección General de Tráfico destina al archipiélago en verano. Ramis apuntó que otra de las medidas que podría contribuir a frenar el número de percances de tráfico sería el compromiso de eliminar los puntos negros detectados cada año por parte de los departamentos de carreteras del Govern balear, según informó Efe.
Propuso también fomentar la educación vial entre los conductores y en las escuelas para contribuir al «reciclaje continúo» y defendió la implantación de «medidas fáciles de cumplir».