Con la sucesivas reformas que el Código Penal está sufriendo se persigue hilar cada vez más fino a la hora de definir conductas delictivas que muchas veces estar relacionados con otros comportamientos ya catalogados penalmente. Así están surgiendo 'nuevos' delitos como el «menoscabo psíquico». Ayer, en uno de los juzgados de lo Penal de Eivissa, se resolvió una de las primeras causas que han merecido en la isla esta catalogación.
Un vecino de Sant Antoni, al parecer con antecedentes por violencia doméstica, se enfrentaba a un año de cárcel después de que se interpusiera una denuncia contra él en la que se le acusaba indirectamente de haber insultado a su ex pareja y de haber insinuado que iba a comprar una escopeta para acabar con ella y con su suegra. El fiscal calificó los hechos dentro del mencionado delito al entenderse que con dichas afirmaciones podían haberse alterado el equilibrio psíquico de la familia, acarreando también una situación de temor. Todo ello, sin que lo ocurrido alcanzara la categoría penal que suele ir pareja a otros delitos vinculados a los malos tratos: amenazas, coacciones o contra la integridad moral, entre otros.