«Tiendo la mano a las instituciones de las islas», afirmó ayer en su primer discurso como delegado del Gobierno en Balears Ramón Socías, que dijo sentirse honrado por «ser el rostro» de un Ejecutivo socialista al que representó en el acto la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Socías, médico de 44 años con experiencia como senador durante la pasada legislatura y ex alcalde de su ciudad, Sóller, tomó posesión de su cargo acompañado por su antecesor durante catorce meses, Miquel Ramis, y en presencia de las máximas autoridades de las islas, encabezadas por el presidente del Govern, Jaume Matas.
El nuevo delegado dedicó buena parte de su intervención a elogiar la «impronta» dejada por Ramis y su «talante» leal en el traspaso de poderes y subrayó que su criterio de actuación básico será la «colaboración con todo el mundo, instituciones, movimientos sociales y ciudadanos».
Insistió en su intención de «escuchar» los planteamientos de todos y trabajar en favor de una «sociedad más justa, más avanzada y más segura» en colaboración con el resto de administraciones, en particular con el Govern de Matas. El jefe del Ejecutivo balear, que intervino sin que estuviese previsto por invitación de Narbona, agradeció «la predisposición que viene demostrando desde que fue nombrado para el cargo» y destacó la tarea de sus predecesores Ramis y Catalina Cirer, ahora alcaldesa de Palma y también presente en el acto. Matas expresó su voluntad de favorecer el entendimiento, lo cual es, a su juicio, lo que los ciudadanos quieren de los políticos.
La ministra de Medio Ambiente también defendió que «todas las instituciones deben trabajar de forma conjunta y coordinada» con el objetivo de recuperar «el valor de la función pública para los ciudadanos». Narbona recordó que su departamento tiene competencias sobre materias especialmente relevantes para una comunidad como la balear, que dispone de un «extraordinario patrimonio ecológico y natural» y para la que las costas resultan clave.