Una vecina de Santa Eulària se sentó ayer en el banquillo de un juzgado de lo Penal de Eivissa después de que su ex compañero, con el que ha mantenido diez años de relación sentimental, la haya terminado acusando de un presunto delito de malos tratos tras una última discusión doméstica y el archivo judicial de cinco denuncias contra él por supuestas amenazas.
La ahora acusada se enfrenta a un año de prisión y a penas de arrestos de fin de semana, condenas que requieren tanto el fiscal como la acusación particular.
La víctima resultó con rasguños y hematomas después de ser supuestamente golpeada sucesivamente con un plato destinado para dar de comer a los perros. Todo se precipitó supuestamente cuando el hombre arrancó el cable del teléfono al considerar que su ex mujer llamaba mucho y que era él quien tenía que pagar, más aún cuando había estado soportando durante diez años todos los gastos de la relación.
La sospechosa, que comparte casa y un hijo pequeño con el denunciante, un residente al parecer de nacionalidad alemana, afirmó que su situación rozaba la indigencia porque éste la había «arrinconado económicamente».
La acusación particular, por contra, consideró en la vista que es la mujer la que intenta por todos los medios provocar al hombre para quedarse con la casa, incluso, «utilizando malévolamente a su hijo», para conseguir sus propósitos.