Un joven ibicenco de 27 años falleció ayer por la tarde en aguas del Port de Sant Miquel mientras practicaba submarinismo a pulmón. Al parecer, iba acompañado de otros dos jóvenes, que al comprobar que el joven no emergía regresaron a tierra y dieron la alarma. Según contaron a la Guardia Civil, el joven fallecido acostumbraba a sumergirse a pulmón un máximo de 15 metros pero, por lo visto, en esta ocasión descendió más de lo habitual -tal vez persiguiendo alguna pieza- hasta que sufrió un desfallecimiento y murió ahogado.
Cuando llegaron a tierra, en el Port de Sant Miquel, avisaron al 112 y los miembros de un club de buceo de la zona, que emprendieron la búsqueda del desaparecido. Al lugar también acudió el personal de Salvamento Marítimo para las laboras de rescate.
Fueron sus compañeros y los miembros del club de buceo quienes encontraron el cuerpo sin vida del joven submarinista a una profundidad de unos siete metros, lo que en el argot submarinista se conoce como la muerte del péndulo. Cuando consiguieron llevar el cuerpo a tierra, los médicos del servicio del 061 intentaron reanimar al submarinista, pero fue imposible.
La Guardia Civil se quedó encargada de custodiar el cuerpo del joven hasta que un juez acudió al lugar para proceder al levantamiento del cadáver.
Se trata del cuarto submarinista que fallece durante la presente temporada turística. Tres de ellos han fallecido en los últimos diez días. Los tres primeros submarinistas fallecidos estaban buceando con botella. El joven de ayer es el primer submarinista a pulmón que fallece este año.
A lo largo de este verano han fallecido, contando al submarinista de ayer, once personas en aguas de las Pitiüses.
Se trata de uno de los veranos en los que mayor número de personas han fallecido en el mar por una u otra causa.