Uno de los 421 rayos que cayeron ayer sobre las Pitiüses causó el más grave incendio forestal del año en Eivissa. Ardieron más de dos hectáreas de bosque, aproximadamente, en el término municipal de Sant Antoni, concretamente en la zona conocida como el Valle de Granada, en la localidad de Sant Rafel.
Centenares de pinos y sabinas murieron a causa de las llamas que el rayo originó aproximadamente a la dos menos cuarto del mediodía de ayer.
Con toda urgencia acudieron a la zona los bomberos del Consell Insular, voluntarios de Protección Civil y los medios aéreos de los que dispone el Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat), un helicóptero y una avioneta, cuyas descargas de agua fueron determinantes para lograr controlar el incendio.
Precisamente a la hora en que se iniciaron las llamas, una gran tromba de agua de corta duración descargó sobre la ciudad de Eivissa y otras zonas de la isla, pero no sobre el lugar en el que se originó el incendio.
Los equipos de extinción lograron controlar las llamas antes de que se acercaran a zonas habitadas y no fue necesario proceder a desalojos.