Cerca de una decena de personas pasaron ayer a disposición judicial después de que, el día anterior, fueran detenidas por la Guardia Civil en las inmediaciones de una discoteca que celebraba una gran fiesta del municipio de Sant Josep.
Algunos de los detenidos están acusados de posesión de sustancias estupefacientes y otros de venta de este mismo tipo de productos. Muchos de los detenidos tienen menos de 30 años y a la mayoría de ellos, durante los registros de la Guardia Civil, se les encontraron, sobre todo, pastillas de éxtasis, pero también cocaína y hachís.
Ayer, los juzgados estaban casi colapsados por la aglomeración de detenidos. Estos jóvenes se enfrentan a un delito contra la salud pública que les puede llevar tres años a la cárcel.