Decenas de jóvenes motoristas participaron ayer por la tarde en una carrera ilegal en el segundo cinturón de ronda de la ciudad de Eivissa que fue truncada por la Guardia Civil. Al parecer, no hubo detenciones, aunque la presencia de los agentes de Tráfico provocó una espantada de motos general por toda la zona. No hubo heridos. A quien daban el alto se le pedían los papeles del vehículo y se le multaba si se observaba alguna irregularidad. «Es una vergüenza. 150 euros porque me falta el espejo retrovisor», protestaba después de ser multado uno de los motoristas más jóvenes de esta carrera. «Pero tengo un programa para recurrir y lo voy a hacer, porque a mí me han dicho que la multa por esto es de 80 euros». Alrededor de las cuatro menos cuarto de la tarde, a un lado y otro del segundo cinturón ronda se agolpaba cerca de un centenar de jóvenes, que eran el público de esta singular carrera en la que las motos eran ciclomotores, muchas con supuesto número de participante incluido. «Llevamos organizando esta carrera desde 1994», dijo uno de los participantes, de 28 años, que prefiere guardar el anonimato. A la pregunta de cómo se les ocurre organizar una carrera de motos ilegal, responden: «Llevamos años pidiendo que nos hagan un circuito. ¿Dónde quieren que lo hagamos si no tenemos circuito? ¡Anda que no hay sitio en la isla para hacerlo! Lo que no vamos a hacer es irnos a Mallorca para poder correr en uno». Mientras la Guardia Civil hacía su trabajo, decenas de jóvenes, muchos de ellos menores de edad, criticaban en voz baja a los agentes por multarles. «Como no nos pueden hacer nada, se dedican a buscar la manera de fastidiarnos», decía una joven. Otros años, explicaron, han celebrado la carrera cerca del pabellón de Blancadona y en la recta de Can Misses. Vecinos de algunos barrios de la periferia de la ciudad de Eivissa se han quejado de que se practican estas peligrosas carreras.