El fiscal solicita tres años de prisión para los responsables de un club de alterne de Sant Antoni, un hombre y una mujer, a los que se acusa de permitir que en su local trabajaran al menos tres mujeres que no tenían en regla los papeles de inmigración, dos colombianas y una rumana. Por contra, los abogados de los acusados piden la libre absolución para ella y, para él, «en todo caso» la aplicación de una pena correspondiente «a una sanción administrativa».
Al juicio que se celebró ayer estaba citado, entre otros testigos, el comisario del Cuerpo Nacional de Policía, Àngel Marí, que no acudió. Sí lo hicieron varios agentes de este cuerpo también citados y, a través de un vídeo, las trabajadoras sin papeles. Las tres reconocieron que ejercían la prostitución en este local. Explicaron que disponían de una taquilla para guardar sus cosas y que, antes de acudir con un cliente a una habitación, le cobraban y entregaban el dinero, para que se lo guardara todo o parte, a un responsable del club.