El suceso ocurrió anteanoche cuando la tromba de agua que cayó en la isla daba sus últimos coletazos. Un agente de la Policía Local de Eivissa, que dirigía el tráfico en la calle Ignasi Wallis poco antes de las diez de la noche, logró salir indemne después de que viera cómo un todoterreno se dirigía directamente contra él sin que su conductor hiciera maniobra alguna, en principio, para esquivarle.
Tras percatarse de lo sucedido, el conductor de este vehículo, un Suzuki Santana con matrícula española, detuvo la marcha, momento en que el agente se dio cuenta de que éste, un joven de 34 años, presentaba aparentes signos de embriaguez. Según informaron fuentes de este cuerpo, el policía requirió entonces al conductor para que se sometiera a una etilometría. Dicha persona, un varón identificado bajo las iniciales S.M.R.G., accedió finalmente a ello, confirmándose las sospechas al verificarse que este circulaba tras haber ingerido bebidas alcohólicas. En concreto, el conductor del todoterreno implicado dio una tasa de 1,12, algo más de cuatro veces la tasa permitida por ley. La legislación considera que, como mucho, se puede alcanzar los 0,25. Superar esta tasa, y si a ello se suma que el agente que actúa observa una situación o comportamiento que puede poner en peligro la seguridad de los usuarios de la vía, motiva la detención del conductor infractor como presunto autor de un delito contra la seguridad del tráfico.
S.M.G.R. fue arrestado seguidamente y puesto en libertad con la condición de comparecer en las horas siguientes ante el juzgado de guardia para prestar declaración.