Siete trabajadores de la empresa Arranz Acinas fallecieron esta mañana en Burgos, dos compañeros permanecen hospitalizados en el General Yagüe en estado crítico y otros tres graves después de que se produjera una explosión en el local utilizado como vestuario por los operarios.
Así lo confirmaron fuentes hospitalarias y de la Subdelegación del Gobierno, que a media mañana informaron de que uno de los hombres ingresados en el centro sanitario había fallecido, aunque finalmente se confirmó que la persona que se daba por muerta se encuentra «en parada cardiaca» y está siendo atendido en el mismo centro sanitario.
El gerente del Hospital General Yagüe, Tomás Tenza, explicó en rueda de prensa que los ingresados en el centro permanecen con respiración asistida y sedados contra el dolor, aunque el mayor problema es que se han visto afectadas sus vías respiratorias al inhalar aire caliente. La explosión se produjo en torno a las 8,30 horas en el bajo de un edificio de nueva construcción ubicado en la confluencia de las calles Sauces y Sáez Alvarado de la capital burgalesa, utilizado por la empresa para que sus empleados vistieran su ropa de trabajo e iniciaran la jornada laboral, dedicada a la construcción del carril bici. En el local se encontraba también la maquinaria de obras y el carburante correspondiente para su utilización, que al parecer fue la causa de la explosión, según explicó la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, aunque los Bomberos precisaron que algunos de los afectados perecieron intoxicados al respirar el ambiente producido por el estallido. Tricio apuntó que la explosión se produjo al manipular alguno de los trabajadores una garrafa de combustible y confirmó que la explosión sólo afectó al bajo del inmueble.
El accidente labora es uno de los más graves registrados en España en los últimos 25 años.