La Policía Local de Sant Josep puso ayer en conocimiento de la Guardia Civil una oleada de robos en este municipio que, según la información que había trascendido, tuvo lugar entre las dos y las cinco y media de la madrugada. Durante este intervalo los ladrones lograron entrar en un restaurante y en un bar ubicados en el mismo casco urbano de Sant Josep.
En otros tres negocios saltaron las alarmas, pero no se descarta que en algún caso ello fuera provocado intencionadamente para confundir a las patrullas de la Policía Local y la Guardia Civil. Una dotación de la Policía Local, precisamente, descubrió en un cuarto exterior de contadores de Sant Jordi un escondite con una pata de cabra y joyas que ha sido relacionada con este caso. Ayer se estaba a la espera de recibir más denuncias para conocer el alcance de la oleada.
El hallazgo del escondite se produjo poco antes de las cuatro y media de la madrugada cuando la citada patrulla recorría las calles próximas al cementerio de Sant Jordi y uno de los agentes se percató de que estaba mal cerrada la puerta del cuarto de contadores. Los policías se toparon con que dentro había depositada no sólo una pata de cabra sino también cajas que contenían un rosario, y unos pendientes de orfebrería ibicenca, así como varios cierres y medallas, entre otros objetos.
Los ladrones desvalijaron el bote y la caja, unos cien euros, del bar del Salón de la Tercera Edad de Sant Josep. El grupo también asaltó el restaurante Bistro, que contiene en su interior también una tienda de ropa Los sospechosos se llevaron varios prendas, aparte de otra pequeña cantidad de dinero. Todo ello ocurrió al mismo tiempo que los policías se movilizaban al saltar, en horas distintas, las alarmas del bar Sa Torreta, la Casa del Baño de la Avenida es Cubells y el bar Es Pla. En este último establecimiento la alarma se activó en dos ocasiones. La Policía Local tenía anteanoche cuatro agentes de servicio, tres de patrulla y uno de retén.