La familia de Antonia Prats, natural de Eivissa, de 62 años y pasajera herida en el accidente que sufrió el pasado mes de febrero el crucero 'Grand Voyager', ha anunciado que acudirán a la Justicia, porque, a su juicio, ha habido varias negligencias que han precipitado su muerte. Antonia Prats falleció en la tarde del pasado jueves en un hospital de Barcelona, tras ser intervenida quirúrgicamente un día antes en una operación en la que se le extirpó el bazo y el intestino grueso y, a pesar de que en principio no se temía por su vida, no resistió el post-operatorio.
Los restos mortales de la vecina de Eivissa serán trasladados hoy a la isla.La familia considera que puede haber habido negligencias tanto por parte de la empresa del crucero por haber salido del puerto con condiciones meteorológicas adversas, como por parte de los médicos que le atendieron en Cerdeña, así como por los doctores que le asistieron en Barcelona y que no le diagnosticaron un virus a tiempo.
Así, los familiares de Prats han puesto este caso en manos de sus abogados, porque consideran que el crucero no debió salir del puerto y, porque denuncian que en el hospital de Cerdeña, donde se le atendió inicialmente de una ruptura de tibia y peroné, los médicos no le detectaron una lesión en las cervicales.
La compañía Iberojet, responsable del flete del crucero «Grand Voyager», lamentó la muerte de Antonia Prats, aunque espera el dictamen médico para conocer las causas del fallecimiento. El director de mercadotecnia de Iberojet, Ricardo Fernández, expresó que esta compañía «lamenta profundamente» la muerte de Prats, de 62 años, que falleció el jueves por la tarde en la clínica Sagrado Corazón de Barcelona, y remitió a los «dictámenes de los especialistas» para conocer los motivos que provocaron el óbito.