La Audiencia Provincial dejó ayer tarde visto para sentencia la causa contra los dos hombres que se juegan diez años de prisión por una supuesta tentativa de asesinato con alevosía ocurrida el pasado 7 de julio en el barrio de sa Penya a causa presumiblemente del enfrentamiento de dos familias del barrio.
La Sala pudo recoger en esta jornada el testimonio del hombre que supuestamente fue apuñalado en el abdomen por su cuñado, así como el de la mujer del primero. Ambos, pese a las declaraciones que figuraban durante la instrucción del caso y por las que se imputó a Ramón C.N., el «Cuco», exculparon por completo a esta persona de haber preparado conjuntamente con Francisco N.M., el «Coqui», la muerte de su cuñado. Es más, la pareja también mostró ahora su perplejidad por las causas que conllevaron al «Coqui» a acuchillar al hermano de su mujer. Durante toda la instrucción que las desavenencias entre unos y otros vinieran a causa de supuestos malos tratos que recibía la hermana de Francisco N.M. «Mi marido nunca me ha apaleado mi he tenido que ir a refugiarme a causa de mi familia», dijo ésta.
Su marido, que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en Can Misses tras una navajazo que obligó a extirpar 20 centímetros de intestino, se expresó en iguales términos y relató que todo sobrevino tras una discusión con Ramón cuando este último intentó, sin mas amenazas, mediar con él. «Francisco apareció corriendo y cuando me di cuenta ya tenía el pinchado dado», comentó. «No fue defensa propia. Si hubiera sabido lo que iba a pasarme hubiera preparado bien», añadió. El matrimonio justificó como un malentendido y una mala interpretación que durante la causa figurara que Ramón C.N. hubiera alertado al otro acusado con las palabras «Ahora, Coqui, clávasela».
El abogado de Francisco N.M. por su parte, destacó que su defendido nunca tuvo ánimo de matar y que por ello sólo cometió un delito de lesiones.