Tan sólo 18 de los 42 fallecidos de este año en las carreteras de Illes Balears, un 42,85%, portaba casco o llevaba abrochado el cinturón de seguridad, según las estadísticas presentadas ayer por el director insular de la Administración General del Estado en Eivissa y Formentera, José Manuel Bar. Estos tristes números, que dejan en evidencia la escasa conciencia que existe en estas islas acerca de la peligrosidad de las carreteras, son completamente extrapolables a las estadísticas de las Pitiüses, aseguró ayer la jefa Local de Tráfico en Eivissa y Formentera, Ana García.
De esta forma, de los 12 muertos que se han producido en lo que llevamos de año en Eivissa y Fermentara, según los números oficiales presentados por la Dirección General de Tráfico, tan sólo cinco llevaban casco y tenían correctamente colocado el cinturón de seguridad. La Dirección General de Tráfico considera fallecimientos consecuencia de un accidente a los muertos in situ y a los óbitos que se producen hasta un límite de 24 horas después de la colisión. Según este mismo baremo, el año pasado fallecieron en las vías pitiusas 14 personas. Por lo tanto, los primeros seis meses de este año están resultando catastróficos, ya que la temporada, que son los meses más negros, casi no ha comenzado aún.
Por tanto, más de la cuarta parte de los fallecidos de Balears en este primer semestre de 2005 corresponden a Eivissa y Formentera, unas islas que suman una octava parte de la población del archipiélago. La diferencia con Menorca es apabullante. En esta isla de unos 75.000 habitantes sólo ha muerto una persona en estos seis primeros meses.