El acusado, sobre quien al cierre de este edición se preveía su ingreso en prisión sin fianza y que está identificado bajo las iniciales S.B., se despertó el pasado domingo sobre las diez de la mañana de su habitación en los apartamentos Costamar y anunció a otros turistas que 'tenía que matar a T.N' porque le había estropeado las vacaciones. T.N. dormía en ese momento en un balcón contiguo a la habitación donde se alojaba el presunto agresor. Según la información recogida por este periódico, los turistas que acompañaban al joven que luego fue detenido se quedaron muy sorprendidos al ver que su afirmación vino seguida de seis fuertes golpes. Al acudir a ver qué pasaba, los amigos vieron supuestamente cómo T.N. era golpeado con una botella. Lejos de concluir la agresión, el sospechoso tomó seguidamente una silla y, siempre según la declaración de los testigos a la Guardia Civil, realizó la misma maniobra sobre la víctima, ya supuestamente desvanecida, en al menos otras dos ocasiones.
Los médicos de la Policlínica del Rosario tuvieron que intervenir quirúrgicamente a la víctima de graves lesiones en la cabeza que incluían hundimiento craneal. Tras informarse a la Guardia Civil, se montó un dispositivo de búsqueda que concluyó anteayer tarde, sobre las ocho, cuando el sospechoso quería tomar un avión.