Treinta minutos bastaron para poner fin a un fuego forestal que provocó al mediodía de ayer la alarma en Siesta cuando el dispositivo contraincendios de la isla aún se centraba por dar por plenamente sofocado el incendio que la semana pasada soló el valle de Morna.
Este último incendio no era aún, a última hora de la tarde de ayer, dado por oficialmente extinguido, según informaron fuentes de la conselleria de Medi Ambient. El último balance confirmaba una perímetro de pinar calcinado de 29 hectáreas.
La rapidez con la que actuaron los bomberos y los medios aéreos en Santa Eulària quedó ayer patente. Una ladera de la zona conocida como es Puig den Pep estuvo en peligro durante los primeros instantes, justo cuando la Guardia Civil tomaba medidas para iniciar el desalojo de la urbanización Miramar. La cercanía de las casas al lugar del fuego -otro hecho que hizo pensar en una nueva negligencia como se sopesa en lo sucedido en Morna- desató la máxima alerta. El fuego fue sofocado después de que sólo hubiera resultado calcinados 20 metros cuadrados tras al menos una descarga de una avioneta y después de que cercaran la llamas los bomberos del Consell Insular y dos brigadas del Ibanat.