Un violento terremoto de magnitud 7,6 en la escala de Richter causó más de 2.000 muertos y enormes daños este sábado sobre todo en el norte de Pakistán, pero también en el norte de la vecina India y le noreste de Afganistán, según balances provisionales. Fuentes oficiales paquistaníes revelaron que se han hallado los cuerpos de 400 niños en una escuela primaria de un distrito de Manehra, en la provincia paquistaní de North-West Frontier, la más afectada junto con la región de Cachemira por este terremoto.
El seísmo, se sintió a primera hora de la mañana en una franja de naciones separadas por 2.000 kilómetros. Fue Pakistán -sobre todo en la parte de Cachemira que controla Islamabad, donde tuvo su epicentro- el país que sufrió más daños personales y materiales
Al menos 1.500 personas se daban por muertas en Pakistán, donde se oyeron fuertes réplicas en la capital Islamabad durante la jornada y donde las destrucciones más graves se concentraban en las regiones del Himalaya, Cachemira y el Hindukush, al norte del país. En conjunto, con la India y Afganistán, el número de muertos oficial se situaba ayer tarde en 1.800 y se esperaba que el número aumentara conforme pasaran las horas.
Seis horas después del sismo, el portavoz de las fuerzas armadas paquistaníes, el general Shaukat Sultan, ya estimó que el balance en Pakistán podría alcanzar «varios miles de muertos«. «La devastación es total en varias zonas. Las rutas están bloqueadas y nos hará falta al menos 24 horas para tener más detalles», señaló. Pueblos enteros fueron arrasados en Cachemira y en ciertas zonas no queda nada», declaró un oficial del ejército encargado de las urgencias locales, que dijo que «las comunicaciones están cortadas».
Cachemira es un área de alto riesgo de terremotos, donde los sismólogos habían detectado un aumento de actividad de las placas tectónicas en los últimos años. Asia ha sido escenario de los seísmos más devastadores de la historia desde que se tienen noticias y fue en la India, en 1905, donde se produjo el que causó más muertos en el siglo XX, con 357.000 víctimas. En 1935, en Pakistán se registró otro con 60.000 muertos.