P.C., un conocido empleado de Baleària que ayer mismo fue despedido de esta naviera, fue detenido en compañía de un matrimonio cuando con un vehículo propiedad de esta naviera se disponía a desembarcar en el puerto de Sant Antoni después de que todos ellos hubieran subido a bordo horas antes en Denia. Los agentes que les interceptaron encontraron en el interior de este vehículo tres kilos de cocaína, confirmando así una investigación conjunta del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y del Cuerpo Nacional de Policía que se inició hace unos tres meses. Todo apunta a que el grupo se encargaba de suministrar cocaína a distintos bares, especialmente en Sant Antoni en negocios a los que también se les vincula.
La policía continuaba ayer las pesquisas y al cierre de esta edición, a última hora de la tarde de ayer, aún se llevaban a cabo nuevos registros domiciliarios, entre ellos uno en un domicilio de Eivissa próximo a Correos, al parecer, lugar donde residía P.C., natural de Valencia y de unos 50 años. Horas los agentes de las unidades de estupefacientes de ambos cuerpos ya se habían incautado de 10.000 euros, sustancias para el corte de droga, un ordenador portátil, balanzas de precisión y munición de 38 milímetros, cartuchos destinados a revólveres de competición.
Baleària, que supo lo ocurrido por el capitán del barco, tramitó ayer mismo el despido de quien fuera uno de sus hombres de más confianza y que ahora era un mero empleado encargado de supervisar que todo estuviera bien a bordo de los barcos. P.C., con domicilio también en Sant Josep, sin embargo, fue en su día delegado en Eivissa de Flebasa y Baleària. Tras ser apresado, en los primeros interrogatorios dijo no tener nada que ver con la cocaína y afirmó que alguien se la «colocó».
La policía considera la droga requisada de gran pureza. Sólo los tres kilos podían haber sido comercializados por más de 180.000 euros, cantidad que se hubiera disparado una vez que hubiera sido cortada.