EFE - MANILA
Un nuevo alud, esta vez en Mindanao, activa de nuevo la alarma en
Filipinas, mientras los equipos de rescate trabajan contra reloj
para localizar supervivientes en la aldea de la isla de Leyte
sepultada el pasado viernes por el barro. El nuevo deslizamiento de
tierra, en el poblado de Bayog, en la provincia de Zamboanga del
Sur, se produjo anteanoche tras tres días de intensas lluvias en la
zona, ubicada unos 550 kilómetros al sureste de San Bernardo, la
localidad de Leyte afectada por el alud del viernes y en la
permanecen desaparecidas unas 1.400 personas. El encargado de
información del Mando Sur del Ejército con sede en Zamboanga,
comandante Gamal Hayudini, señaló que se cree que había diez
personas en las dos casas enterradas, y que según informes
preliminares de soldados del V Batallón de Infantería que colaboran
en las operaciones de rescate es probable que hayan fallecido. «El
informe señala que no hay señales de vida», explicó Hayudini, que
agregó que policías y militares continúan con las operaciones de
rescate en Bayog para localizar a los sepultados por el nuevo
alud.
Mientras, la tragedia de Leyte ha causado ya 69 muertes, tras el fallecimiento en el hospital de dos personas que habían sido rescatadas del barro.
En la barriada de Guinsaugon, perteneciente al municipio de San Bernardo, había censadas 1.894 personas, de las que 410 sobrevivieron al derrumbe de la ladera del monte Can-abag, 18 fueron heridas y 1.397 permanecen desaparecidas. Las operaciones de rescate en esa barriada están centradas en la localización de 253 personas, entre alumnos y profesores, que se encontraban en la escuela.