Dos hermanos residentes en Sant Antoni que se entregaron a la Guardia Civil días después de que supuestamente apuñalaran en el estómago a un hombre y le golpearan con una cadena de metal se sentarán en el banquillo para enfrentarse cada uno de ellos a cuatro años de prisión.
El ataque tuvo lugar después de que un comentario por un perro ofendiera a las mujeres de los sospechosos y éstos, supuestamente espoleados por éstas, agredieran a la víctima tras encontrárselo en un bar de la calle Soledad de Sant Antoni en unos hechos ocurridos en junio de 2004. Ambos hermanos, de 36 y 37 años, comparecerán la próxima semana ante la Audiencia Provincial en Eivissa tras haber sido procesados por un presunto delito de lesiones.
Según la información recogida por este periódico en su día, la supuesta ofensa se consumó en un patio vecinal cuando la víctima, un hombre entonces de 33 años, paseaba con su perro y grupo de mujeres advirtió a sus hijos de que no se acercaran para evitar un «contagio». Fue entonces cuando la víctima, al parecer, espetó a tu perro la siguiente frase. «Vámonos no vaya a ser que nosotros seamos los que nos contagiemos».
El escrito fiscal recoge que Gonzalo F.A. golpeó con una cadena de metal a la víctima y a continuación su hermano Manuel le hirió con una navaja tras asestarle una puñalada en el abdomen con una navaja.
Al caer al suelo, el perjudicado recibió una nueva tanda de golpes de los acusados consistente en una sucesión de patadas y puñetazos. Éste, momentos antes, se hallaba en un bar viendo un partido de fútbol, lugar donde coincidió con los dos imputados. Al afectado, le quedaron cicatrices en el abdomen y en el antebrazo.