C.CUEVAS
Seis meses de prisión y una multa de 2.160 euros es lo que solicita el ministerio fiscal para un alemán acusado de provocar un incendio forestal a raíz de una quema de rastrojos en enero de 2004, durante el suceso 400 metros cuadrados de monte resultaron afectados por el fuego, incluidos pinos, sabinas y monte bajo.
El alemán sostuvo durante el juicio celebrado ayer que desconocía la normativa contra incendios hecha por el Govern Balear y reiteró que siente mucho lo ocurrido y que ignoraba que no se pudiera hacer fuego en aquella época del año, al tiempo que expresó su compromiso de que algo así no volverá a ocurrir.
La normativa contra incendios del Govern Balear exige que durante la quema de rastrojos la hoguera se realice alejada de cualquier masa forestal y que existan medidas preventivas de seguridad para evitar que la incineración se pueda convertir en un incendio. Entre estas medidas destaca vigilar la hoguera y tener a mano agua para poder apagarla en caso de que se descontrole.
Según el guardia civil que cubrió el suceso y el agente forestal avisado en el momento de los hechos por la central, el acusado no cumplía las mencionadas medidas de seguridad, no había mangueras ni cubos de agua cerca y el imputado se encontraba realizando otras labores, aunque sí mencionaron que la hoguera estaba rodeada por dos caminos que ejercían de cortafuegos. A pesar de esto, hubo que avisar a los bomberos para que controlaran el incendio; tardaron dos horas en hacerlo. La defensa del acusado sostiene que su patrocinado no cometió un delito ni una imprudencia grave sino, en todo caso, una leve imprudencia.