Un vecino de es Canar tendrá que sentarse en los próximos días en el banquillo para enfrentarse a los cinco años de cárcel que ha pedido de condena para él el fiscal al entender que presuntamente cometió delitos de trato degradante, agresión en el ámbito familiar y coacciones en la persona de su novia. La afectada fue agredida cuando supuestamente yacía con el sospechoso y tuvo que escaparse del sitio donde presuntamente le retenía su novio aprovechando que éste dormía.
El acusado, José R.G., de 45 años y quien hace dos años fue condenado precisamente por un delito de maltrato, se encuentra en la actualidad preso después de que tras pasar a disposición judicial se ordenara su ingreso en la cárcel sin derecho a fianza.
Éste, un hombre al parecer con problemas con el alcohol y las drogas, pudo favorecerse de la normativa de juicios rápidos para conseguir una rebaja en la pena. Sin embargo, no reconoció los hechos que se le imputaban y prefirió comparecer en el futuro en una vista oral. Según la versión de la denunciante, los hechos ocurrieron después de que su pareja, con la que, al parecer, vive una relación tormentosa, la invitara a cenar. Tras consumir distintas bebidas, el sospechoso propuso a su compañera continuar la velada pero la mujer le comunicó que ella prefería retirarse. Por ello, le pidió que la dejara en su casa, domicilio distinto al sitio donde reside su novio.
José R.G., sin embargo, continuó insistiendo y -siempre según el testimonio de la afectada- conminó a su pareja para que lo acompañara a su casa. La perjudicada, pese a sus reticencias, aceptó ir con él para intentar apaciguarle, momento en que el que el acusado le propuso a su novia que se acostara con él. Mientras mantenían relaciones sexuales, la mujer le pidió que parara. Fue entonces cuando José R.G. supuestamente propinó un puñetazo en la boca a su pareja. Según este mismo relato, que apoya en su escrito de acusación el fiscal, el sospechoso impidió a la mujer la salida del domicilio. Ésta tuvo que esperar a que su compañero se quedara durmiendo para salir de la casa y pedir ayuda.