Al menos cuatro muertos y unos 20 desaparecidos dejó el derrumbe de un puente sobre el río Misisipi en Minneapolis (norte), informaron ayer las autoridades, que temían un mayor número de víctimas mientras investigaban las causas del colapso el miércoles del enorme puente de ocho carriles en la Interestatal 35 en plena hora punta (poco después de las 18'00 horas locales, 23'00 horas GMT).
Tras cuatro horas de denodados esfuerzos de rescate antes del anochecer del miércoles, el jefe de bomberos Jim Clack dijo que más de 60 personas fueron llevadas a hospitales y que era improbable que se encontraran más supervivientes. «Pasamos de la modalidad rescate (...) a la modalidad recuperación», indicó. Al retomarse las labores el jueves, se multiplicaron las preguntas acerca de las causas de la caída del puente, reducido a un amasijo metálico con restos de pavimento y pedazos de automóviles y camiones.
El portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, dijo que un informe federal de 2005 señaló «deficiencias estructurales» en el puente, de cuya reparación era responsable el Estado de Minnesota. Por su parte, el presidente estadounidense, George W. Bush, calificó el hecho como una «situación terrible», al tiempo que envió a Minneapolis a la secretaria de Transporte, Mary Peters, y al Administrador Federal de Autopistas, Richard Capka.
«El puente comenzó a colapsar, los autos volaban en todas direcciones», dijo Catherine Yankelevich, que conducía uno de los vehículos que cayeron al agua, aunque logró sobrevivir al salir por la ventanilla.