Nuevo incidente marítimo en la costa de Eivissa, aunque en esta ocasión, en principio, no hay que temer riesgos para el litoral de las Pitiüses. El Rita, un pequeño buque tanque de unos 70 metros de eslora cargado de mosto y con once tripulantes a bordo, era controlado ayer por Salvamento después de que el capitán de este barco, afectado de un problema de lastrado en pleno temporal, decidiera refugiarse frente a s'Argamassa. Otros dos mercantes, a su vez, buscaron durante estas horas la costa de Formentera para capear las duras condiciones que reinaban en el mar a causa de los fuertes vientos que azotan a las Islas.
El capitán del Rita, un mercante de pabellón panameño que cubría la ruta entre Valencia y el puerto italiano de Rávena con mosto en sus tanques, informó a Salvamento a mediodía de ayer que el buque sufría un punto de escora debido a un problema en el sistema de lastre, posiblemente debido al mal funcionamiento de una válvula. El máximo responsable del Rita, de nacionalidad griega, indicó al Centro Regional de Salvamento Marítimo su intención de acercarse a la costa de Eivissa para poder solucionar sus averías y mitigar, con ello, el embate de las olas.
El remolcador Ría de Vigo, movilizado por Salvamento, arribó poco después al lugar donde se encontraba el Rita, una milla frente al litoral de s'Argamassa, y maniobró sobre su costado de babor, el lugar más afectado, para impedir que cualquier golpe de mar desestabilizara aún más a este buque y ayudarle a reforzar su seguridad. El capitán del Rita, auxiliado por otros diez tripulantes, un oficial chipriota y nueve marineros egipcios, explicó a las autoridades españolas que esperaba resolver en las próximas horas sus problemas de lastre y retomar su rumbo hacia Italia una vez que mejoraran las condiciones de navegación. Por esta razón todo indica que el Rita continuará durante todo el día de hoy en la costa de Santa Eulària esperando a que el temporal remita.
Vigilancia
Salvamento Marítimo vigilaba al cierre de esta edición la evolución de los trabajos de estabilización del barco. Según la información recogida por este periódico, en ningún momento hubo riesgo de hundimiento y naufragio. A todo ello se unió que el capitán del barco afectado informó correctamente de su intenciones y permitió que Salvamento Marítimo tomara rápidamente las medidas oportunas para auxiliar al Rita. En Santa Eulària, el suceso causó alarma al divisarse desde la costa la situación escorada del buque.