La Guardia Civil está buscando a unos jóvenes sospechosos de ser los autores del incendio del velero Arig, de 14 metros de eslora, que en la madrugada del sábado al domingo acabó en el fondo de la bahía de Portmany destruido por el fuego, informaron desde la Comandancia en Balears del Instituto Armado.
Al menos un testigo vio a varios jóvenes dentro del barco poco antes de que ardiera y no se descarta que fueran ellos los autores del incendio, ya sea de forma accidental o intencionada.
Apartarlo
El Arig, de bandera alemana y con un coste que podría superar los cien mil euros, estaba amarrado en el pantalán número 3 del puerto de Sant Antoni. Una vez que las llamas ya hacían imposible recuperar la embarcación, los responsables del puerto, Salvamento Marítimo y los bomberos del Consell d'Eivissa decidieron soltarlo de su amarre para que el fuego no se extendiera a los barcos colindantes. No obstante, otra embarcación, el llaüt Jovit, sufrió desperfectos importantes a causa del fuego. En pleno incendio, los bomberos tuvieron que cortar el palo mayor del velero para que no cayera sobre otras embarcaciones. Finalmente, el Arig se hundió junto al dique del muelle comercial, lo que, al parecer, no causa problemas para las maniobras de atraque de los buques. Por el momento no se descarta ninguna hipótesis, señalaron fuentes de la Guardia Civil, desde que el fuego fuera fortuito, tal vez un cortocircuito, a que fuera intencionado. Tras el incendio, la Guardia Civil tomó declaración al dueño del barco, un alemán residente en la isla.
Según varios propietarios de barcos amarrados en el puerto de Sant Antoni, en las últimas semanas se han registrado varios robos.