Alrededor de 6.000 personas, según la Policía, participaron ayer en una marcha silenciosa en Dendermonde (noroeste de Bélgica) en homenaje a las víctimas del ataque perpetrado el viernes por un joven en una guardería de la localidad que causó la muerte a dos niños y una cuidadora.
A la manifestación, convocada por varias organizaciones juveniles, acudieron principalmente jóvenes y a familias con niños, según la agencia Belga. Según la investigación policial, Kim D., un belga de 20 años, irrumpió el viernes en la guardería «El país de las fábulas», con la cara pintada de blanco y negro y armado con un cuchillo.
Tras dirigirse al área de los bebés, el agresor comenzó a acuchillar a los niños y adultos que encontró, causando la muerte a dos bebés y una cuidadora y heridas graves a otras doce personas. El detenido, que no tenía antecedentes policiales ni por problemas psiquiátricos, fue detenido poco después y todavía tenía en su poder un cuchillo, un hacha y una pistola falsa, y llevaba puesto un chaleco antibalas. El joven ha sido inculpado por la fiscalía por asesinato e intento de asesinato y, hasta el momento, no ha facilitado ningún tipo de información a los investigadores.