La responsable del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, la magistrada Clara Ramírez de Arellano, dejó ayer vista para sentencia la causa contra un joven de Sant Antoni de 20 años, M.R.M., que ayer tuvo que sentarse en el banquillo después de que los padres de su ex novia, una joven de 17 de nacionalidad británica, decidieran denunciar el supuesto acoso que estaban sufriendo ésta y su nueva pareja.
El fiscal, que en un principio pedía 21 meses y que ayer, tras el juicio, redujo la pena solicitada a seis meses, solicitó a la juez también que se dictara una sentencia a derecho después de que numerosos testigos, y no sólo el sospechoso, aseguraran que el que realmente era agredido en la relación era el chico.
Los testigos calificaron a la joven como una persona «inestable y conflictiva» que sufría continuos «ataques de genio». «Varias veces ha venido él con arañazos en la cara y yo le oí decir cómo ella aseguró estar dispuesta a inventárselo todo », dijo uno de ellos.
El acusado manifestó en su día en el juzgado que había vuelto de Barcelona, lugar donde estudiaba, no sólo para pasar las fiestas de navidad sino también para aclarar si se mantenía su relación, porque sospechaba que su novia se veía con otro joven. Según constaba en la causa, en un día llegó a mandar más de 20 mensajes telefónicos en los que expresaba su amor a ella.