Miguel J.M., un delincuente habitual de la isla de 40 años perteneciente a uno de los clanes de sa Penya, fue capturado por la Policía Local de Santa Eulària instantes después de que sus propios familiares impidieran que matara a su ex pareja en el mercadillo de es Canar con un cúter de color negro. El 112 dio aviso del suceso. La víctima recibió una cuchillada en la cara y en el cuello. La intervención de un hermano de él y la de su cuñada evitó que diera un segundo corte a la mujer, quien, según los primeros indicios recogidos por este periódico, salvó la vida al esquivar en un acto reflejo una puñalada que iba dirigida hacia la yugular.
La afectada fue evacuada a Can Misses después de perder el conocimiento. Fuentes sanitarias informaron de que la paciente presentaba una herida profunda desde la oreja hasta el inicio de la columna vertebral. Tras ser suturada, quedó en observación y se esperaba darle el alta en horas si su evolución favorable continuaba, añadieron las mismas fuentes.
Las primeras hipótesis apuntaban a que una venganza por celos movió a Miguel J.M., natural de Barcelona y de 40 años, a atacar a su ex mujer, de la misma edad que él, con la que compartía al menos un hijo en común y persona también ligada a otro conocido clan de sa Penya.
Ésta decidió romper su relación hace dos años cansada de la mala vida que llevaba su pareja, un hombre con más de una veintena de antecedentes policiales, con problemas con las drogas y considerado por la policía como una persona violenta. Ahora, al parecer, había rehecho su vida con otra pareja, algo que no era visto con buenos ojos por el sospechoso.
La Guardia Civil investiga ahora, a través de su unidad de Policía Judicial, si Miguel J.M. fue a buscar expresamente a su ex pareja a Punta Arabí o si bien fue una mera coincidencia su presencia en el mercadillo.
Las familias del detenido y de la víctima tenían puestos de venta en es Canar. La mujer se hallaba vendiendo bisutería en uno de estos puestos cuando se le acercó su ex compañero y se abalanzó sobre ella con un cúter abierto, arma que luego arrojó antes de intentar huir. Ésta, a causa de la abundante sangre perdida, se desmayó cuando intentaba alcanzar la zona de entrada al mercadillo y sus familiares retenían a Miguel J.M. Una patrulla de la Policía Local de Santa Eulària de servicio por el mercadillo abortó cualquier posibilidad de huida cuando inmediatamente después del suceso acudió al sitio donde ocurrió todo.
El sospechoso fue entregado a continuación a la Guardia Civil, que ayer tarde recababa información entre los numerosos testigos que había en el mercadillo. Todos indica que Miguel J.M. pasará a disposición judicial acusado por un delito de homicidio en grado de tentativa que, en el caso de que se demuestre su premeditación, puede llevarle a enfrentarse a otra de asesinato frustrado.