Durante una hora, al grito de «queremos justicia» y con una sonora pitada. Así discurrió ayer tarde la manifestación convocada en Vila para pedir Educació aparte de la enseñanza al profesor denunciado por una supuesta violación a una menor discapacitada en un centro de la isla mientras se resuelve la investigación judicial que pesa sobre este docente. Una treintena de personas, en su mayoría amigos y conocidos de la familia dominicana que interpuso la denuncia, secundaron esta protesta.
La manifestación concluyó en la puerta de Can Ventosa sobre las seis de la tarde después de que se volvieran a corear otros lemas que estuvieron presentes en una marcha, autorizada por la delegación del Gobierno, que se inició en el cruce de la avenida de España y la calle Formentera y que contó siempre con la presencia de unidades de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía. «Fuera el profesor», «no a la violación» y «protección a los niños» son algunos de los gritos que se escucharon durante el tiempo que duró la concentración y que acabó pacíficamente con el agradecimiento de la madre de la menor a las personas que apoyaron la convocatoria.
La portavoz de la familia anunció nuevas movilizaciones si el centro mantenía su decisión de no apartar al acusado. Según los denunciantes, la menor relató que había sido objeto de violaciones después de que tras una revisión ginecológica se supiera que ésta no era virgen. El docente tuvo que declarar en el juzgado, donde no se adoptó ninguna medida cautelar de privación de libertad. El auto del juez, sin embargo, no impidió que el acusado ejerciera su profesión, pero sí expresamente que diera clases a la adolescente que le incrimina. Educació ha abierto su propia investigación interna intentando conciliar tanto los derechos de la menor como del docente bajo sospecha. Al respecto, el centro tomó medidas y contrató un profesor de refuerzo para cubrir las clases necesarias.