El Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa suspendió ayer por la mañana el juicio contra J.A.C.S., a quien se acusa por un presunto delito contra los trabajadores, porque faltaba un importante testigo citado por el Ministerio Fiscal. El juicio quedó aplazado para el 29 de septiembre. El fiscal solicita una pena de tres años de prisión por la comisión de un presunto delito contra la seguridad de los trabajadores.
La denuncia surgió a raíz de un accidente que sufrió al caer de una máquina un trabajador de una empresa del acusado. Según la acusación, la víctima, un ciudadano argentino, estuvo trabajando para dos empresas entre los años 2002 y 2003 sin estar dado de alta en la seguridad social. Al parecer no está claro para cuál de los dos empresas trabajaba, pero el acusado es el propietario de una de ellas y el administrador único de la otra.
El testigo que faltó ayer y que motivó la suspensión del juicio es un compañero de trabajo del argentino accidentado. Además de los tres años de prisión, la fiscalía solicita una multa de 9.900 euros para el acusado.