J.J.M.
Un conductor de Sant Antoni ha sido condenado a estar privado de este derecho durante dos años después de que su tenacidad por demostrar que no circulaba bebido le llevara sucesivamente a los retenes de Sant Antoni y Sant Josep para someterse a distintas etilometrías, acción a la que terminó negándose.
El acusado, además, deberá llevar a cabo 35 días de trabajo para la comunidad y a hacer frente a una multa. La juez que ha dictado esta sentencia, la juez Clara Ramírez de Arellano, también le condena a seis meses de prisón por un delito de desobediencia.
El sospechoso, de 38 años, fue interceptado por la Policía Local de Sant Antoni en la madrugada del 30 de junio del año pasado después de que una patrulla viera el vehículo en el iba zigzaguendo, acelerando bruscamente e invadiendo el carril contrario. Dio 0,79 de tasa en un etilómetro portátil. Luego, fue trasladado al retén de Sant Josep porque el alcoholímetro reglamentario de este municipio estaba averiado. En Sant Josep comenzaron los problemas después de que se negara de nuevo a someterse a la prueba, repitiendo su actitud minutos más tarde cuando fue llevado de nuevo a Sant Antoni.